''Mamá, no puedo ir a la escuela, me contagiaron la pubertad'': Rascal does not dream about Bunny Girl Senpai.

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La última vez que yo hice una entrada en este espacio fue hace casi 9 meses; hablaba de lo que mas me gusto del año pasado y tenía cierta certeza de hacia donde iría el resto de mi 2018.


Comenzar a ver anime no estaba en la lista. Pero las cosas llegan.
Un entorno del cual (a dia de hoy) desconozco y tenía mucho miedo de entrar. Porque ¿Qué tal si las burlas percibidas a su comunidad; los ''memeables'' otakus, era verdadera y ver anime era algo sinsentido y sin nada de aportación? ¿Qué tal si Dragon Ball, Naruto y Pokemón era lo único socialmente aceptable?

¡¿De verdad quiero retar a la corriente y ver algo que ni mi entorno familiar, social y digital toma en serio?!

Pues mira, que no me arrepiento. Pero el proceso es díficil.


Toda esta introducción acerca de aceptar lo que te gusta y valorarlo desde las emociones que te brinda solo para hablar acerca de un anime cuyo póster es una chica vestida de conejita sexy...
Pero mantengan su mente abierta.


''Si no puedes contra ellos, mejor únete. O no''.

La vida escolar es muy difícil. Eso ya lo tenemos claro. Mi generación está haciendo un trabajo increíble demostrando todos los obstáculos de un sistema que se supondría te apoya en conseguir ser alguien. Pero mientras eso sucede, mucha de la gente en la escuela puede ser algo imbécil.

Y no todos, así como no para todos ha sido difícil llevar por delante 15 años de vida tras una banca, tratando de superarse en las aulas y mas que nada, con los demás.
Hay gente que es nata en destacar, hay gente que no. Y luego están los de en medio. Los que saben que cada movimiento o cosa que digan será objeto de crítica y vitoreo por iguales. Esos que su mismo entorno condiciona que no salir de una zona de confort porque EL CAMBIO ASUSTA.

Mai, nuestra protagonista, es una chica de 16 años que desde niña se ha dedicado a la actuación, a la atención y a ser la persona que tiene los ojos de todo el mundo sobre ella.
Al toma la decisión de dejar su carrera por estudiar como alguien común, choca con una terrible realidad: ella quiere vivir tranquila, pero no es como que no quiera atención. Está decisión llega a tal punto de que la gente empieza a olvidarla, LITERALMENTE.

Sakuta, nuestra contraparte masculina, es un chico de 15 años que ha decidido no ir en contra de la gente, ni de lo que digan, ni de lo que no. Sobre sus hombros hay un rumor que acarrea una reputación algo incomoda, pero a él no le importa, porque sabe que es muy diferente ganarte la atención por algo que dicen que te importa a algo que de verdad te importa.

El caso es que estos dos mundos chocan, con Sakuta siendo de las pocas personas en el mundo que aun recuerdan a Mai. 
¿Cual es su síntoma en común? Los dos son adolescentes.





La dolosa realidad de las expectativas.


Toda la trama se desarrolla en torno a algo llamado ''síndrome de la pubertad'' una dolencia tan fantasiosa que asusta lo mucho que se asemeja con la realidad. La presión social que es impuesta en cierto grupo o persona en específico que se vuelve tan intrínseca que hasta uno siente que forma parte de su personalidad.
Este síndrome es el causante de que Mai sea olvidada por la gente entre mas avanzan los días. Y es gracioso que una ''enfermedad'' tan peligrosa como la pubertad sea de igual forma la desencadenante de que estos dos vayan generando una tensión romántica tan natural y entrañable que varias cintas románticas podrían envidiar. Esto añadido a un apartado visual y sonoro bastante acomodado para una historia tan ''sencilla' en su entorno, pero con tantas recompensas a nivel emocional y de crítica moral. Destacar a sobremanera su canción de cierre, ''Fukashigi no Carte'', una balada muy jazzy interpretada por todas las voces femeninas de la serie y brinda esa atmósfera tan nostálgica que da el crecer, la emoción que te da saber que probablemente estarás muy triste, pero algún día todo valdrá la pena...creo.


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Vivir debajo de las expectativas de la gente es difícil, sobretodo cuando estás creciendo. La tristeza invisible oculta en deseos de superación tan exigente que dejan de ser propios, el miedo a la soledad, a amar demasiado, a amar muy poco. El dolor invisible.

Encontrar narrativas tan satisfactorias que remitan a un período de tu historia tan difícil de forma en que te alegre su existencia es un triunfo, es por aquello que Rascal does not dream about Bunny Girl Senpai (Una traducción que poco le hace justicia a las ideas que quiere exponer) es un triunfo absoluto, una de las sorpresas para el anime en 2018 y una bocanada de seguridad para aquellos que quieran iniciar en este mundillo.

No es el hilo negro, simplemente es. Decide ir contracorriente a su propio estilo y desde ahí, ya va ganando en la carrera. Un antídoto amigable para la horrible enfermedad de la pubertad.

Y una victoria para mi, que encontró en ir contracorriente una nueva forma de vivir el arte...en forma de una chica que se viste de conejita sexy.



Rascal does not dream about bunny girl senpai se transmite actualmente y puedes verla por Crunchyroll

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