CALIFICACIÓN: 7.5/10
Las películas que involucran a la mafia siempre tienen algo para mí. Algo bastante genial. Y siempre es bueno descubrir nuevas maneras de explotar este género.
Nuestro mafioso de turno es: James "Whitley" Bulger (El regreso de Johnny Depp a las actuaciones con más inquietudes que las de simplemente pagar las cuentas en Hollywood), uno de los jefes criminales más conocidos durante los 80's en Estados Unidos.
En una época donde la mafia dominaba las calles y las rivalidades por el territorio estaban a la orden del día, Bulger es 'diferente'. Con sus máquinas traga monedas y tratos ilícitos en todo el sur de Boston, el FBI tiene la mira excesivamente puesta en él.
El hermano de Jimmy, William (Benedict Cumberbatch), ha sido escogido como senador de Boston recientemente, manteniendo una relación simple en la que lo involucran el trabajo con la familia.
Al saber que Whitley puede ser arrestado, entra a escena el agente John Conolly (Joel Edgerton), amigo de la infancia de los hermanos Bulger y admirador moral de Jimmy.
Decide arreglar con su división un trato para él: Si colabora con la policía para detener a la mafia italiana, no lo enviarán a prisión. Única condición: No matar a nadie involucrado. Fuera de esto, él es libre de hacer lo que sea necesario para cumplir su palabra, y que a su doble moral desencadenará en una espiral de sucesos trágicos fuera de la ley.
Para empezar, la película tiene un inicio bastante aceptable; conocemos la actitud de nuestro protagonista, nos inmersa en el contexto y hay hasta cierta empatía por él. Los secundarios (casi todos) hacen un gran trabajo en sus cortas apariciones, pero al final, este es el show de lucimiento de Depp.
El personaje queda como anillo al dedo para un actor que aún puede recuperar su vieja versatilidad. Y de verdad que él está muy bien escrito. Es un estudio de personaje bastante completo y tiene algunas escenas que son para aplaudir. Nadie le quitara que es de las actuaciones del año.
Los inconvenientes comienzan pasando la primera mitad...En esta transición en la que Bulger y su banda planean su expansión y la forma en la que se deshagan de la competencia, todo se torna muuuuuy largo. Empieza a recuperar camino a partir de la mejor escena del filme, en una cena, para acabar abrupta y fríamente.
Es muy seria cuando debe, y también cuando no debe.
El otro problema recáe sobre uno de los aspectos más cuestionados de la película: Joel Edgerton.
Si bien su rol secundario dota de energía e historia, aparte de que tiene escenas de lucimiento muy personales, es BASTANTE exagerado en su expresión de emociones. Llegaba una histeria que caé en lo irritante.
En la parte técnica todo es bastante simple. Un plano fijo por allí, una toma urbana por allá. No es algo que logre brillar mucho. A excepción tal vez de la banda sonora compuesta por Junkie XL (Quien también colaboro en la BSO de 'Mad Max: Fury Road' este año) y que sirve de apoyo para que las escenas de Depp se sientan mejor hechas. Un bien conjunto ahí.
Mencione al principio que hay de todo con este género, cosas buenas, malas, y las que se quedan a medio gas. Aquí tenemos un ejemplo. Una cinta que cumple en entretener, pero que desacierta en formar algo redondo y que por separado funciona mejor que en conjunto.
Sus probabilidades en la temporada de premios:
Mejor sonido, Mejor Edición sonido, Mejor Actor (Johnny Depp).
Ficha técnica:
Título: Black Mass (Pacto Criminal)
Director: Scott Cooper.
Actores: Jonnhy Depp, Joel Edgerton, Benedict Cumberbatch, Dakota Johnson.
Guión: Jez Butterworth, Mark Mallouk.
País: Estados Unidos (USA)
Duración: 132 minutos.
Fecha de estreno en México: 20 de Noviembre del 2015.
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